Mi mejor verano: Día 1. Vacaciones

¡Vacaciones!

«Así quedaron terminados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos. Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora». Génesis 2:1-3

 

Recuerdo que, en mi niñez, había una publicidad en televisión que sonaba cada verano: «Vacaciones Santillana». En esa publicidad se anunciaban libros de repaso para la época estival de la Editorial Santillana. Esa canción sonaba año tras año, y ponía el fin de la época escolar para dar paso a las vacaciones. Se acababa el colegio, los deberes, los exámenes. Llegaba el tiempo de largas horas de fútbol en el parque, de playa, de piscina, y de disfrutar en familia.

 

Jamás he conocido a nadie que haya manifestado su disconformidad con unas vacaciones. ¿Quién rechaza el descanso? El descanso es necesario, es vital. La Biblia nos enseña que hasta Dios descansó el séptimo día cuando terminó la creación. Ahora bien ¿Es que Dios estaba cansado? Es evidente que no. Entonces, ¿qué quiere enseñarnos la Biblia al decirnos que Dios descansó? Dios quiso contemplar la obra que Él había hecho. Dice la Biblia que «lo santificó», es decir, lo apartó como algo sagrado. Del mismo modo, cuando Dios da la ley al pueblo de Israel, les pide que guarden el “día de reposo”. Obviamente descansar del trabajo físico es vital, pero el propósito principal era que contemplasen a Dios y su obra. 

 

Viene un tiempo de desconectar de nuestras tareas cotidianas, del trabajo, del estrés, etc. y ¡Dios se goza por esto! Él comprende que debemos descansar y reposar. Hazlo con alegría, disfruta con tus seres queridos y pásalo bien. Pero recuerda, no puedes desconectar de la presencia de Dios. ¿Por qué tantas personas, al regreso de sus vacaciones, vuelven espiritualmente frías y con sus fuerzas por los suelos? La respuesta es simple: “han hecho vacaciones incluso de lo espiritual”. No se han preocupado de buscar al Señor, de orar, de leer su Palabra, de mantenerse conectados con la Iglesia. 

 

Descansar es bueno, debes hacerlo. Pero recuerda, no tomes vacaciones de lo espiritual. Precisamente nuestras vacaciones deben servirnos para contemplar a Dios y su fidelidad en nuestras vidas. ¡Haz de tus vacaciones en este 2023 algo inolvidable!

 

Oración: Señor, gracias por este tiempo de descanso que me regalas. Ayúdame a no desconectar de tu presencia, y a centrarme en tu amor y fidelidad hacia mi vida. Haz de mi descanso un tiempo de refrigerio donde pueda disfrutar de todas las bendiciones que me das día tras día. Amén.

 

Autor: Pr. Samuel Escobar

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